El entrenador de la primera división de Villa Libertador Rugby Club confía en sus jugadores. Está seguro que este año su equipo tendrá mejores resultados que el año pasado, pero, fundamentalmente, que serán mejores personas. Y lo dice sin miedo a equivocarse. Una extensísima trayectoria en el rugby como jugador, entrenador y árbitro respalda el trabajo que semana a semana y desde hace un año realiza con «la Villa».
VLRC nació como un proyecto de la Fundación Pueblo Rugby que ahora, como dice su mentor Leo Bigi «camina solo».
El año pasado llegó a las semifinales en su primera incursión en el Torneo Emergentes de la Unión Cordobesa de Rugby.
Pese a que tuvo ofertas para ir a entrenar a otros clubes, «Cogote» Ferreyra, el arquitecto del equipo, decidió quedarse en un lugar que lo hace feliz en todo sentido.
-¿Cuáles son los objetivos este año?
-El objetivo de este año es mejorar lo del año pasado que arrancamos arrasadores y después nos quedamos sin nafta. Igual llegamos a las semifinales de la Copa de Oro, que no está mal para ser el primer año. Incrementar el número de gente, trabajar sobre esa gente que está desde el año pasado, afianzar a los nuevos jugadores que subieron a primera, que son 8. Ir partido a partido, más tranquilos, ya con un poco más de experiencia. Sumar minutos y tratar de mejorar siempre desde la humildad. Haciendo eventos para costear los viajes sin depender de nadie, para terminar de consolidarnos para que seamos un equipo respetado y tenido en cuenta por todos.
-¿Cuánto se mejora con la competencia?
-La competencia con otros equipos es fundamental. Tenemos que mejorar el ataque, de seguir nuestro plan de juego. Tenemos muchas indisciplinas en ese sentido. Hay que ordenarse y tratar de que se note que lo que hacemos en la semana se vea reflejado en la cancha. Los otros equipos tienen años en el rugby y se nota, pero nosotros tenemos mucho ímpetu y eso nos da esperanza de que vamos a pelear de nuevo en los primeros puestos.
-¿Qué es para vos entrenar a los chicos de VLRC?
-Mi experiencia de entrenar en la Villa tiene más que ver con la parte social y con la parte de empatía hacia los chicos, sus vidas, sus trabajos sus problemas y sus alegrías. Me conecte mucho con ellos. He tenido ofertas para ir a entrenar a otros chicos, pero elijo quedarme acá. Hice toda mi carrera de entrenador de 11 años en Infantiles, juveniles y primera y también en Europa, así que me da gusto poder llevar toda esa experiencia a los entrenamientos, para que los chicos quieran volver al próximo entrenamiento. Para que se sientan contenidos. Es un trabajo profesional. Todos los años de cursos de viajes y de juego los llevo a ellos. Estoy muy contento y con muchas ganas de seguir. Trataremos de seguir por este camino con los chicos. He recibido mucho apoyo de Leo Bigi, del Ale López que me ayuda mucho como mi manager. Mucha gente nos ayuda y eso nos impulsa a meterle para adelante.
-¿Es fácil inculcar los valores del rugby? ¿Cuánta importancia tienen en un equipo en formación?
-Son inmanentes pero no son captados por todos. En todos los clubes hay disidencias, hay gente buena y mala en todos lados. Lo he visto y me lo han dicho. Los valores están y la decisión de tomarlos o no es de ellos. Nosotros los presentamos para que los tomen y los lleven a su vida. El tema de la disciplina se ve bien reflejado en la cancha ya que no hemos tenido incidentes, al igual que entrenamientos. No hay palabras de más, ni exabruptos, si hay problemas tratamos de solucionarlo puertas adentro. El rugby y sus valores son una herramienta fundamental para que los chicos se den cuenta de que hay caminos distintos, que tomar una decisión errada o no el rugby te pone esos dos angelitos el bueno y el malo y siempre te da buenos consejos. Así juegues en la Villa o en el club más rico de Córdoba, siempre la decisión pasa por cada uno. El rugby los va a ayudar mucho y van a ser mejores personas si siguen el camino correcto.