Ambos necesitaban ganar. Duendes para seguir en carrera en la lucha por la clasificación y Tala para asegurar, de una vez por todas, el pasaporte a la próxima instancia del Nacional de Clubes. Pero no fue el partido más entretenido.
La lluvia y el barro hicieron que sea imposible jugar. La pelota era un jabón y la cancha estaba muy pesada. Por eso, había que olvidarse del juego bonito y prepararse para ver un partido de dientes apretados, donde cada uno iba a forzar el error rival para tratar de sumar puntos.
En el inicio, el verdinegro insinuó más. Con sus forwards como bandera, los dirigidos por Néstor Chesta pusieron contra las cuerdas al equipo cordobés. Sin embargo, a pesar de haber hecho el desgaste, no pudieron capitalizar las situaciones de peligro que generaron.
Mientras tanto, Tala -con mucha garra- mantenía su ingoal en cero y trataba de salir de su propio campo. Para eso, aprovechaba su poderío en el scrum, un arma que le permitió imponer rigor físico y así generar algunos penales a su favor.
En la última jugada, Stéfano Ambrosio cambiaría por puntos un penal para poner en ventaja a su equipo, que se iba al descanso 3-0 arriba. La diferencia era muy ajustada, pero el campeón cordobés iba a ser inteligente para revalidarla en el complemento.
El golpe de gracia de Tala llegaría de forma similar: penal, line y maul de todo el equipo para que termine apoyando Marcos Lobato. Ahora, la chapa quedaba 10-0 para el albinegro.
Duendes sintió el golpe y se desesperó. No tuvo mente fría cuando más la necesitaba, ya que dispuso de una clara chance de try que no pudo aprovechar. Más tarde, Tala no perdonaría y visitaría nuevamente el ingoal local por medio de Germán Schulz.
Ahí, el dueño de casa perdió la compostura y entró en desesperación. El resultado en contra lo sacó de eje y se fue quedando sin argumentos para doblegar a una defensa cordobesa que se hacía cada vez más fuerte con el paso del tiempo.
Ya sin fuerzas, Duendes emprendió la búsqueda del try del honor, pero se quedó en meras intenciones. Por su parte, Tala festejó su cuarta victoria en fila, que lo deja a las puertas de la clasificación a la siguiente fase. Un equipo serio y con argumentos.
Síntesis
DUENDES: 1- Guillermo Imhoff, 2- Juan Manuel Prieto, 3- Guillermo Carranza; 4- Facundo Sacovechi, 5- Mauro Genco; 6- Ignacio Fantin, 7- Nicolás Sánchez, 8- Juan Manuel Roqués; 9- Pedro Imhoff (c), 10- Santiago Araujo; 11- Juan Rapuzzi, 12- Julián Denhoff, 13- Maximiliano Nannini, 14- Andrés Levrino; 15- Román Miralles.
Suplentes: 22- Santiago Barbieris, 16- Patricio Rodríguez Vidal y 8- Nicolás Quintero.
Ingresaron: Federico Avetta por Guillermo Carranza, Román Pretz por Facundo Sacovechi, Mauro Ciani por Christian Lisandrini, Hernán Resta por Román Miralles y Mateo Escalante por Andrés Levrino.
Entrenadores: Néstor Chesta, Pablo Gulino y Máximo Boffelli.
TALA: 1- Franco Brarda, 2- José Escuti, 3- Ramiro Cetti; 4- Marcos Lobato, 5- Martín Freytes; 6- Gonzalo Paulín, 7- Aníbal Panceyra Garrido, 8- Manuel Garzón; 9- Nicolás Cantarutti, 10- Stéfano Ambrosio (c); 11- Germán Schulz, 12- Cristian Nacassian, 13- Facundo Panceyra Garrido, 14- Gonzalo Ruiz; 15- Guillermo Albrisi.
Ingresaron: Martín Altamirano por Franco Brarda, Ignacio García Peret por José Escuti, Marcos Nielsen por Ramiro Cetti, Ramiro Benavídez por Martín Freytes, José Basile por Manuel Garzón, Rodolfo Ambrosio por Nicolás Cantarutti, Tomás Del Punta por Stéfano Ambrosio y Franco Cuaranta por Guillermo Albrisi.
Entrenador: Germán Schröder.
Tries: Marcos Lobato (1) y Germán Schulz (1).
Conv: Stéfano Ambrosio (1).
Penales: Stéfano Ambrosio (1).
Árbitro: Federico Cuesta.
Cancha: Las Delicias (Duendes).