Con un drop en los segundos finales de Marcus Smith, Inglaterra amargó a Irlanda y lo venció 23-22 por el Seis Naciones.
La sorpresiva -aunque, en resumidas cuentas, merecida- derrota de Escocia frente a Italia, abrió el abanico de posibilidades a quienes jugaron inmediatamente a continuación: tanto un triunfo de Inglaterra, o mismo de Irlanda, dejaban el Seis Naciones en suspenso hasta la última fecha, o más bien le bajaba tempranamente la persiana.
Por eso, y a la primera de cambio, los de Verde cambiaron penal por tres puntos. En la previa, solo les servía ganar con bonus para depender de sí mismos, pero aclarado el panorama tras lo acontecido en Roma, todo valió para sumar. No obstante, en la réplica a ese 3-0 a favor, Lawrence corrió pegadito a la raya y apoyó para La Rosa.
Enseguida, el propio Lawrence tuvo su segunda chance, aunque un knock-on anterior de Furbank privó a los suyos de adelantarse aún más en el marcador tras un tiro a distancia de Ford (8-3). A partir de ahí, el seleccionado local se cayó anímicamente -no física, porque siempre se mostró superior- y se volvió indisciplinado.
Crowley, asumiendo tempranamente las funciones de Sexton, acertó todo a los palos -es cierto, desde posiciones muy factibles- y los del Trébol se fueron al descanso cuatro puntos arriba. Con apenas uno, esto es perder por siete o sumar bonus por tries, las matemáticas lo daban como campeón. No obstante, mejor ganar.
Y dicho y hecho. Porque, antes de los cinco minutos, Lowe se escapó por su punta y le sacó provecho, quizás, a uno de los pocos desaciertos defensivos del rival. Claro que, como se dijo, nadie quería que le festejaran en la cara. Por eso, una corrida del mismo Furbank redimió un error previo y achicó distancias (17-13).
Earl entró en potencia y adelantó otra vez a los suyos. Lowe no quiso ser menos y se despachó con su doblete personal. ¡Partidazo! Tan es así que, con Inglaterra en ventaja y luego de infinidad de fases, Marcus Smith se calzó la pilcha de héroe y clavó un drop espinoso en pleno corazón de San Patricio. La fiesta ¿será? en Dublín…
Síntesis
Inglaterra (23): George Furbank; Immanuel Feyi-Waboso, Henry Slade, Ollie Lawrence y Tommy Freeman; George Ford y Alex Mitchell; Ben Earl, Sam Underhill y Ollie Chessum; George Martin y Maro Itoje; Dan Cole, Jamie George (cap) y Ellis Genge.
Entrenador: Steve Borthwick.
Ingresaron: Theo Dan, Joe Marler, Will Stuart, Chandler Cunningham-South, Alex Dombrandt, Danny Care, Marcus Smith y Elliot Daly.
Irlanda (22): Hugo Keenan; Calvin Nash, Robbie Henshaw, Bundee Aki y James Lowe; Jack Crowley y Jamison Gibson-Park; Caelan Doris, Josh van der Flier y Peter O’Mahony (cap); Tadhg Beirne y Joe McCarthy; Tadhg Furlong, Dan Sheehan y Andrew Porter.
Entrenador: Andy Farrell.
Ingresaron: Rónan Kelleher, Cian Healy, Finlay Bealham, Iain Henderson, Ryan Baird, Jack Conan, Conor Murray y Ciaran Frawley.
Tantos en el Primer Tiempo: 3, 20, 35 y 41′, Penales de Crowley (IRL); 4′, Try de Lawrence (ING), y 17′, Penal de Ford (ING).
Resultado Parcial: Inglaterra 8 – Irlanda 12.
Tantos en el Segundo Tiempo: 4 y 33′, Tries de Lowe (IRL); 8′, Try de Furbank (ING); 21′, Gol de Smith por Try de Earl (ING), y 41′, Drop de Smith (ING).
Amonestado: 17′ O’Mahony (IRL).
Cancha: Twickenham, Londres.
Árbitro: Nika Amashukeli (Georgia).
Asistentes: Andrea Piardi (Italia) y Craig Evans (Gales).
TMO: Ben Whitehouse (Gales).
Man of the Match: Ben Earl (Inglaterra).
Fuente: A Pleno Rugby