Fue tal vez el mejor partido de los Pumas en el Mundial. Un escalón por encima del de Gales, que se ganó claro, por cómo llegaba el seleccionado al duelo por el tercer puesto de Francia 2023. Elequipo dirigido por Michael Cheika tenía muchas cosas que corregir tras la deslucida imagen que había dejado en la semifinal ante los All Blacks. Y al frente estaba Inglaterra, nada menos, el rival que en el debut lo sometió y dominó con un hombre menos.

Por eso, el valor del 26-23. Coraje, actitud, hambre, ganas… todo eso tuvieron los Pumas y, por supuesto, también juego e inteligencia. Por eso en el segundo tiempo ante la Rosa se vio que «los granaderos» merecían ganar este partido.

No habían arrancado bien, es cierto. Errores propios y virtudes de Inglaterra llegaron a establecer un score de 13-0 que por aquellos primeros minutos parecía indescontable.

Por eso aparecieron el hambre, la locura, la defensa, los tackles, una serie de atributos que no habían estado del todo presentes en el Mundial.

«Santi» Carreras tuvo varios chispazos de su enorme jerarquía. Marcó un try (lo favricó todo él solo) cuando el equipo más lo necesitaba para ponerse a tiro. Después cometió el error que derivó en el try que volvió a estirar las diferencias para la Rosa y también se equivocó en algunas decisiones en la utilización del pie. Pero demostró, por si hacía falta, que puede jugar en el puesto que quiera entre los backs.

Quizás al equipo le faltó un poquito de lucidez en algunos pasajes como para marcar y quedarse con la semifinal. Pero no es poco haber terminado jugando los siete partidos y en París, sobre todo después de aquel olvidable debut en Marsella.

Es cierto, el grupo que les tocó fue accesible, mucho más que el que les había tocado en Japón. También es cierto que faltó mucho juego en el primer partido y, sobre todo ante los All Blacks. Parece que los Pumas no pueden escapar de ese maldito karma de bajar estrepitosamente el nivel después de dar un batacazo. Les suele pasar en las giras y cuando juegan en casa: voltean a un gigante y siete días después parecen otro equipo.

Es cierto también que a lo largo de todo el ciclo de Michael Cheika el equipo fue muy irregular y sólo tuvo una impronta definida en cuentagotas. Es un dato que refuerza más todavía el cuarto puesto en Francia. Más allá del sorteo y los grupos en los que cayó cada seleccionado, Argentina terminó por encima de Irlanda, Francia, Australia, Escocia, Gales… Impensado antes del 9 de septiembre.

La entrega, el coraje, la humildad para corregir a tiempo nunca faltaron. Por eso, y porque si está al 100% le puede ganar a cualquiera, este equipo sigue tieniendo el crédito abierto.

Síntesis

Los Pumas (23): Thomas Gallo, Julián Montoya (c), Francisco Gómez Kodela; Guido Petti, Pedro Rubiolo; Juan Martín González, Marcos Kremer, Facundo Isa; Tomás Cubelli, Nicolás Sánchez; Mateo Carreras, Jerónimo De La Fuente, Lucio Cinti, Emiliano Boffelli; Juan Cruz Mallía.
Suplentes: Joel Sclavi, Eduardo Bello, Agustín Creevy, Matías Alemanno, Rodrigo Bruni, Lautaro Bazán Vélez, Nicolás Sánchez y Matías Moroni.

Inglaterra (26): Ellis Genge, Theo Dan, Will Stuart; Maro Itoje, Ollie Chessum; Tom Curry, Sam Underhill, Ben Earl; Ben Youngs, Owen Farrell (c); Henry Arundell, Manu Tuilagi, Joe Marchant, Freddie Steward; Marcus Smith.
Suplentes: Jamie George, Bevan Rodd, Dan Cole, David Ribbans, Lewis Ludlam, Danny Care, George Ford, Ollie Lawrence.

Tantos en el Primer Tiempo: 3’ Penal de Owen Farrell (I), 9’ Gol de Owen Farrell por try de Ben Earl (I), 13’ Penal de Farrell (I), 23’ Penal de Emiliano Boffelli (A), 30’ Penal de Owen Farrell (I), 36’ Gol de Emiliano Boffelli por try de Tomás Cubelli (A).

Tantos en el Segundo Tiempo: 43’ Gol de Emiliano Boffelli por try de Santiago Carreras (A), 44’ Gol de Owen Farrell por try de Theo Dan (I), 49’ Penal de Emiliano Boffelli (A), 64’ Penal de Owen Farrell (I), 67’ Penal de Nicolás Sánchez (A).