Agustín Pichot, ex jugador y referente de Los Pumas, hizo una fuerte autocrítica sobre “la naturalización” de “la violencia” que hizo el rugby como deporte.

Y contó experiencias personales, como el día cuando “le mordieron los cachetes de la cola y no me pude sentar por cuatro días” o le “cortaron el palo”.

“El gran problema que hemos tenido como deporte es que el rugby naturalizó muchas cosas que estaban mal”, expresó en una entrevista con Infobae.
“Cuando yo fui capitán, tuve grandes problemas. Mi hija me dijo que los rugbiers son patoteros. Y ella tiene 18 años. Y por eso le mandé un mensaje al papá de Fernando pidiéndole disculpas. Porque yo había sido uno de los que había transmitido esa naturalización”, confesó.

El “papá de Fernando” es Báez Sosa, quien fue asesinado por una patota, todos rugbiers, a la salida de un boliche.