No pudo ser.

Ante una multitud que acompañó desde temprano y colmó el Estadio del Vélez, Los Pumas cayeron ante los All Blacks por 35 a 17 y de esta manera, el equipo neozelandés se consagró nuevamente campeón del Personal Rugby Championship.

Nueva Zelanda fue impiadoso en el inicio del partido y fiel a su estilo, aprovechando cada una de las escasas ocasiones que tuvo, consiguió en quince minutos sacar una diferencia que le permitió jugar, con tranquilidad y seguridad, el resto de esa primera etapa. Lo hizo defendiéndose con fiereza, sin dejar que Los Pumas consiguieran esa inercia tan necesaria, cerrando todos los caminos.

Dos tries que vinieron tras un line out y otro tras un scrum, fueron las estocadas de los visitantes en esos momentos. Los Pumas, en ese lapso, intentaron de todas formas vulnerar la férrea defensa neozelandesa, armada a base de tackles, pero fue imposible. Un try más de Rieko Ioane puso un parcial de 21-3 para la visita. No fue un primer tiempo vistoso, pero tuvo muchísima energía. Los dos equipos -cada uno con sus argumentos- hicieron lo que pudieron.

En la segunda mitad, el equipo argentino retomó las acciones y fue, dispuesto, nuevamente a campo rival para intentar revertir lo que había ocurrido en la primera parte y, si bien Nueva Zelanda siguió defendiéndose con la misma eficiencia y poder y atacando con la misma claridad, Los Pumas sí consiguieron quebrar el ingoal rival en dos oportunidades.

Sin embargo, los All Blacks fueron -nuevamente y tal como lo hacen habitualmente- clínicos. Ante cada chance, cada oportunidad, cada situación favorable, la misma la transformaron en puntos. Dos tries en esa segunda parte, uno de ellos sobre el final, selló el resultado y el torneo.

Los Pumas viajarán a Salta para enfrentar a Australia la semana entrante, en el cierre del certamen.