Los Pumas obtuvieron un fenomenal triunfo en Mendoza ante Sudáfrica por 32 a 19 y de esta forma sumaron su primera victoria en este edición del Personal Rugby Championship en un estadio colmado por veinticocho mil almas que disfrutaron de una victoria sensacional.
En el inicio, tuvo la pelota y el campo el equipo sudafricano, y si bien anotó su try a través de Kolisi, no fue sino hasta el minuto 20 cuando cambió el partido de manera definitiva, cuando llegó el primer try de Delguy, tras el quiebre de Boffelli. Casi enseguida llegó la segunda anotación del wing argentino luego de un ataque tras un scrum en mitad de cancha y una primera fase perfectamente resuelta en la bandera.
Luego, otro try más. En este caso de Nicolás Sánchez, tras jugar por el lado corto. El apertura además, sumo un drop, anotando así de todas las formas posibles.
Hubo, sin dudas, un gran rendimiento argentino en la primera parte. Excelso. Estuvieron firmes Los Pumas en la marca, en la contención de los avances sudafricanos y siempre, muy arriba, complicando el traslado de la pelota por parte de los backs rivales. Ni que hablar, en ataque. Eso quedó más que evidenciado en el tanteador.
Una buena parte del éxito de Los Pumas, en la primera parte, además de lo antedicho respecto de la gran presión defensiva ejercida -cuando fue Sudáfrica quien tuvo la pelota- y aún a pesar del try de Kolisi, se debió a dos cosas fundamentales: al dominio y la firmeza en las formaciones fijas y a que cada quiebre argentino fue try.
En el segundo tiempo, Los Pumas consiguieron ampliar la ventaja a través de Moyano, pero enseguida respondió Sudáfrica y el partido quedó entonces 32 a 14 y comenzó entonces la resistencia Puma. Una defensa que no fue heroica, sino contundente, paciente, ordenada y siempre dispuesta a dar todo. El equipo se focalizó en la tarea ardua que tenía por delante porque Sudáfrica salió con lógica a quemar las naves y porque, además, con el reloj como aliado, esas urgencias empezaron también a transformarse en errores no forzados, que le dieron la pelota a los argentinos que siempre se las arreglaron para salir de los apremios de manera airosa. A pesar del último try de Mapoe que puso el marcador 32 a 19, el equipo siguió con una defensa férrea y en la búsqueda de aprovechar cada contrataque para volver a campo de los Boks.
Fue, en definitiva, una gran victoria de Los Pumas. Una que nació de las entrañas del equipo, que se generó en un primer tiempo contundente en ataque y en un segundo tiempo lleno de rigor defensivo, amor propio y todas las ganas del mundo para conseguir un nuevo triunfo en el Personal Rugby Championship.