Los campeones hacen algo adicional
El All Blacks, Brad Thorn, con su consejo de “los campeones hacen extras”, se convirtió en uno de los jugadores más exitosos en la historia del rugby.
Esta filosofía simplemente significa encontrar maneras adicionales de hacer siempre un poco más, en el gimnasio, en el campo o para el equipo.
Un enfoque en la mejora continua, la creación de un ambiente de aprendizaje continuo, y su disposición a dejar todo por la camiseta está en el centro de toda la cultura All Blacks.
Mantener la cabeza azul
Después de la Copa del Mundo del 2003, los All Blacks trabajaron con un psiquiatra forense para entender cómo funciona el cerebro bajo presión.
“Red head” (cabeza roja) es un estado sin recursos en el que el jugador está fuera de la tarea, con pánico e ineficaz. “Blue head” (Cabeza azul) es un estado óptimo en el que el jugador está activo, concentrado, y puede realizar todo con su mejor capacidad.
Los All Blacks utilizan su propia técnica activa para cambiar de rojo a azul. Richie McCaw se concentra en sus pies, mientras que Kieran Read mira fijamente el punto más alejado de la cancha, buscando una imagen grande.
Deje la camiseta en un lugar mejor
Los All Blacks han tenido durante mucho tiempo un dicho que decía: “Dejar la camiseta en un lugar mejor”. Su tarea es la de representar a todos los que han llegado antes que ellos, desde George Nepia hasta Colin Meads, de Michael Jones a Jonah Lomu, y todos los que siguen.
Ser un All Blacks es, por definición, un modelo a seguir para los niños y las niñas de toda Nueva Zelanda. Esto crea una convincente sensación de propósito más elevado: si jugamos un juego más grande, jugamos un juego más eficaz.
Mejores personas hacen mejores All Blacks, pero también mejores médicos y abogados, banqueros y empresarios, padres, hermanos y amigos.
Haciendo un minucioso análisis, podremos observar que las lecciones 1, 3 y 5 (barrer los galpones, los campeones hacen algo adicional, y deje la camiseta en un lugar mejor) tienen el mismo denominador común, que está relacionado con la internalización del hábito de ir a más, que representa la búsqueda permanente de autosuperación reflejada en el título de la tercera lección como “los campeones hacen algo adicional”.
En mi opinión, en esta lección se encuentra la clave de los hombres de negro. Vemos cómo en la lección número 1, “barrer los galpones”, el mismo Andrew Mehrtens (ex All Black) describe la humildad personal como un valor clave dentro del seleccionado neocelandés, y el escritor del artículo hacer referencia a ella diciendo: “Aunque puede parecer extraño para un equipo de la dominación imperiosa, la humildad es el núcleo de la cultura”.
Esa “extrañeza” a la que James Kerr hace alusión está en relación con que la humildad es justamente un “valor/virtud”, como describe el ex jugador, que se contrapone de alguna manera con la “dominación imperiosa” que describe el escritor en cuanto a rasgo fundamental de los All Blacks (la humildad como valor núcleo de la cultura, refiriéndose a una dimensión cultural/valorativa, pero no psicológica). Si desglosamos la descripción “dominación imperiosa”, y observamos el significado de ambas palabras, obtenemos lo siguiente.
Dominación: es una manifestación concreta de poder, entendido como la posibilidad que tiene un individuo de hacer triunfar su propia voluntad en defensa de sus intereses personales (observamos qué lejos se encuentra esto de la humildad).
Imperiosa: palabra cuyo significado supone un uso exclusivo y exagerado del dominio y la autoridad. Exigente, autoritario, orgulloso, despótico, despectivo (podemos observar también qué lejos se encuentra esto también de la humildad).
En definitiva, ni la humildad es una habilidad (sino una virtud/valor cultural), ni la clave de los All Blacks se encuentra en dicha virtud. “La clave de los jugadores del seleccionado neocelandés se encuentra en la búsqueda permanente de auto superación” (tal como lo describe Brad Thorn, otro ex All Blacks, en la lección 3 que implica la internalización de un hábito que previamente debe haber sido aprendido y desarrollado por medio del entrenamiento hasta que logre ser incorporado, al igual que cualquier otro (por ejemplo, el aprender a afeitarse o andar en bicicleta).
La superación personal es un proceso de cambio a través del cual una persona trata de adquirir una serie de cualidades que aumentarán la calidad de su vida; es decir, que conducirán a esa persona a una vida mejor. Y, en cuanto proceso, no puede limitarse solo a una actividad deportiva, tal como finaliza el autor su escrito: “Mejores personas hacen mejores All Blacks, pero también mejores médicos y abogados, banqueros y empresarios, padres, hermanos y amigos”.
El objetivo del presente análisis fue el de que el lector no caiga en confusos facilismos, que dificulten la comprensión de que la verdadera clave, desde lo psicológico, que implicará poder mejorar como personas y, consecuentemente, como deportistas, se encuentra en el proceso mental de autosuperación (o hábito de ir a más).
Los All Blacks podrán ser humildes o no, pero de ninguna manera esto tiene que ver con la clave del éxito al que nos tienen acostumbrados. En la humildad no reside la clave y, por lo tanto, no alcanzará con pretender imitar o ponerlos como ejemplo a ellos o a quien sea que supuestamente cuente con este “valor/virtud” (que algunos llaman, en forma errónea, “habilidad”).
El solicitársela a nuestros jugadores en forma de valor/virtud no nos conducirá en modo alguno a poder desarrollar el hábito de ir a más como verdadera clave del éxito, si no comprendemos que psicológicamente este hábito es parte de un proceso que en cuanto tal requiere el desarrollo de la capacidad de análisis y autocrítica y, por lo tanto, un aprendizaje y un consecuente entrenamiento previo, que depende de nosotros en cuanto a conductores, para que puedan incorporarlo y se vea reflejado luego en los entrenamientos y los partidos.
(*) Fernando F. Saccone es Licenciado en Psicología por la Universidad de Belgrano (1991). En 1993 comenzó a trabajar en el Centro de Deportes de Alto Riesgo del Hospital Ramos Mejía, con boxeadores, automovilistas y otros deportistas. Luego trabajó en la Fuerza Aérea con pilotos aviadores.
En 1996 disertó en el Congreso Internacional de Ciencias Aplicadas al Rugby organizado por la UAR y la Fundación Rugby Amistad.
Diseñó el programa de entrenamiento mental para el sistema de Alto Rendimiento de la UAR y desarrolló el área psicológica de todos los Pladares.
Es uno de los fundadores de la Asociación de Psicología Aplicada al Rugby (APAR).
Mail: fersa68@gmail.com
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