Este sábado se realizó la 41º Edición del tradicional encuentro de Rugby Infantil del Athletic Club, el Nine-a-Side José “Pin” Calou. Los niños vivieron un fin de semana espectacular.
La triple jornada que ocupa el Pin Calou largó el día viernes con un gran asado de recepción para los entrenadores. En la previa de la cena se realizó, en el mismo salón, una capacitación de referato didáctico a cargo de los responsables de la Unión Cordobesa de Rugby.
El sábado desde bien temprano con cerca de 3500 niños comenzó la 41º Edición del mega encuentro nacional. Tanto en la Sede de Barrio Jardín como en el Anexo de Fincas del Sur, los miles de niños dieron rienda suelta a lo que fue una verdadera fiesta. Hubo rugby, valores, tercer tiempo, diversión y amistad: objetivo logrado.
Ese mismo sábado se realizó la cena de cierre donde los entrenadores compartieron de una gran comida y brindaron. Hubo palabras de Diego González (Presidente del Córdoba Athletic) y de Matías Posada (Coordinador del Rugby Infantil).
La jornada del domingo se cerró con el conocido “Extra Nine”, donde los chicos del Córdoba Athletic juegan con sus alojados. Tras el tercer tiempo, las delegaciones partieron de regreso a sus hogares.
“Mato” Posada se animo a decir “Esta edición fue un éxito total. Se mejoraron algunos puntos clave de la logísitca para optimizar tiempos y energía. Un claro ejemplo es el estacionamiento, que esta vez fue ágil y permitió respetar horarios, y que los chicos no deban esperar para comenzar a jugar”.
A su vez, destacó que “Las acciones de nuestros sponsor hicieron que todos los niños además de jugar rugby, que es a lo que vienen, puedan disfrutar de un lindo momento con juegos inflables, metegoles, payasos y una kermes en medio del Nine”.
Por último “celebramos tanto jugadores como entrenadores de los diferentes clubes que participan puedan empezar a entablar lazos y dar comienzo a nuevas amistades”, cerró.
En el Córdoba Athletic se vivió una fiesta y por eso ya se escucha ¡faltan 364 días para el 42º!
Fuente: Prensa Athletic
Fotos. Pablo Quaranta