A pesar de que sólo tiene 22 años (en octubre cumple 23), la carrera de Joaquín Paz tiene varios capítulos. Jugó dos mundiales juveniles con los Pumitas, una etapa del Circuito Mundial de Seven, jugó torneos sudamericanos, vistió las camisetas de Jaguares (antes de que jugaran en el Super Rugby), Argentina XV y nuevamente Jaguares (ya en el SR).
Integrante de una camada excepcional, que dio a luz a Los Pumas Tomás Lavanini, Facundo Isa y Pablo Matera, entre otros, el polifuncional de back de Athletic se marcha al Calvisano de Italia. Sin dudas se trata de una gran baja para el rugby nacional. Un jugador que fue formado por su club y cincelado en los centros de alto rendimiento de la UAR. Verlo jugar, con la camiseta que fuera, es ver rugby en serio. Potencia, habilidad, buen pase, lucidez para buscar espacios, agresividad, tackle. Puede jugar de 12, de 13m de 10 y hasta de 15. Quizás la patada sea un punto a trabajar, pero se trata de un jugador completísimo. Con una capacidad de contraatacar como pocos.
A fin de julio se sumará a su nuevo equipo, que lo venía siguiendo y después de la Nations Cup de Rumania le acercó un contrato por una temporada.
«Al principio no iba a aceptar. Pero después lo pensé y lo hablé con mi familia y me parece que es una buena experiencia, tanto de vida como de rugby. Calvisano es un club que pelea siempre arriba y eso también me atrajo», dijo Paz. Indudablemente, la escasa participación que tuvo en los Jaguares (estaba como invitado en el plantel) fue determinante.
«Sabía que en Jaguares podía estar o no. Al último no tuve mucha continuidad y por eso esta decisión. El objetivo que me lo pongo a corto plazo es adaptarme rápido al club y ganarme un lugar en el equipo para poder jugar la mayor cantidad de partidos. Si me gusta y estoy bien la idea es quedarme un par de años más», agregó.
Joaquín Paz es uno más de una buena cantidad de jugadores que, de no ser tenidos en cuenta por la franquicia argentina (mientras haya una sola no habrá lugar para todos, obviamente), empezarán a emigrar para poder seguir desarrollando su rugby.
Ya lo dijo una vez Martín Bustos Moyano. «Es imposible competir con lo que te ofrecen en Europa. Los que no jueguen se van a ir».
Córdoba sigue exportando talento. Sólo el tiempo dirá cuánto lamentaremos semejante pérdida.