Este cambio de investiduras de Jaguares a Pumas y viceversa, es tan solo un dato estético en colores, porque los parámetros para medir ambos equipos son los mismos ya que son uno solo. En ese detenimiento de análisis profundo, la descripción grafica de este plantel puma (o jaguar) tiene como estandarte el cambio rotundo de sus producciones.

Surgen las preguntas

¿Es un desgaste mental y físico producto de un año donde este equipo se golpeó de lo lindo y con más constancia, principalmente en el súper rugby?

¿Es tan solo una seguidilla de partidos con bajas producciones debido a la rotación misma de sus integrantes?

¿El plan de juego está, pero la ejecución del mismo tiene como primer escollo el tema actitudinal y de conducta en momentos claves del o los partidos?

¿Es una señal de alarma que lleva a pensar que este equipo tocó fondo y debe reinventarse desde sus bases para poder recuperar su fuego y su juego?

El objetivo a corto y largo plazo

Si bien el objetivo final es el ansiado Mundial 2019, la tarea a corto plazo (en Super Rugby y la venidera Championship) deja desnuda de falencias el desandar de los dirigidos por Daniel Horucade y compañía. Tanto las expresiones rugbísticas en el Súper Rugby, como en los últimos test ante Italia y Francia, dejan ver más la parte vacía del vaso que la llena.

¿Por qué? Porque la vacía ocupa más espacio, es más notoria, carece de un ABC del juego propiamente ejecutado y además porque de este equipo en nombres, hombres y posibilidades de hacer un mejor juego, se espera más. Porque hay con qué y eso ya quedó demostrado que cuando la partitura es ejecutada a la perfección, los  buenos resultados aparecen.

Los Pumas hoy

Pero hoy la realidad es ésta. La mala hay que pasar, y poner la cara para la autocritica es la premisa, a la hora de ponerse el overol.  Arremangarse para seguir con las mejores herramientas es la idea.

El 27 a 0 que le propinó el “nuevo” Francia es estos apagados Pumas en Tucumán, tiene que ser el principal impulso para que la llama de estos experimentados jugadores vuelva a encenderse, y así, puedan volver a recuperarse… y a recuperar el romance con su gente.

Por Ana Celeste Guzmán (Especial desde San Miguel de Tucumán)

Foto: Prensa UAR