Con 24 años, Rodolfo Ambrosio (h) muestra una madurez poco frecuente. No es una pose o una seguidilla de frases dichas sin pensar. Todo lo contrario. «Rodo» piensa cada una de las respuestas y habla en consecuencia.
Tal vez no estemos acostumbrados a personas sencillas, que valoren más el abrazo de un amigo antes que un puñado de euros.
Y lo dice sin pudor, sin sentirse un extraño en este planeta donde abunda el materialismo y escasean los afectos.
Hace poco menos de un año, el medio de Tala decidió terminar su experiencia en el rugby profesional de Italia (jugó una temporada en Calvisano, donde salió campeón) y pegó la vuelta a Córdoba, a «su» Tala.
Regresó y, además de continuar la facultad, armó un negocio gastronómico bien blanquinegro junto a su hermano Stéfano y con Gonzalo César Llopis.
-¿No te arrepentís de haberte vuelto?
-Para nada. Volví después de un año allá que fue a lo que iba: a jugar, a entrenarme, a conocer gente, a vivir solo, a administrar mis cosas. Después de esa experiencia positiva volví con todas las pilas.
-Para nada. Volví después de un año allá que fue a lo que iba: a jugar, a entrenarme, a conocer gente, a vivir solo, a administrar mis cosas. Después de esa experiencia positiva volví con todas las pilas.
-¿Valorás más lo que tenés acá?
-Sí, cuando uno está solo y juega a un nivel profesional, que es lo que sueña todo jugador de rugby, se valoran mucho más las cosas.
-Sí, cuando uno está solo y juega a un nivel profesional, que es lo que sueña todo jugador de rugby, se valoran mucho más las cosas.
-Pero estuviste solamente un año allá.
-Fue un caso distinto el mío porrque me di cuenta que disfruto más de rugby viviendo acá y jugando con mis amigos que allá entrenándome todos los días y cobrando por eso. Disfruto más ir con mis amigos al anexo del Tala por eso mi decisión de volver.
-Fue un caso distinto el mío porrque me di cuenta que disfruto más de rugby viviendo acá y jugando con mis amigos que allá entrenándome todos los días y cobrando por eso. Disfruto más ir con mis amigos al anexo del Tala por eso mi decisión de volver.
-De nuevo ¿no te arrepentís?
-Para nada. Es lo que me hizo dar cuenta de las cosas con las que cuento ahora. Quizás hubise sido distinto en otro momento. Pero me tocó eso.
-Para nada. Es lo que me hizo dar cuenta de las cosas con las que cuento ahora. Quizás hubise sido distinto en otro momento. Pero me tocó eso.
-Pero ¿y si te llamaran a un seleccionado o para sumarte al Super Rugby?
-Obvio, no le cierro las puertas, pero hoy en día no es mi prioridad. Hoy trabajo, estudio. Aprendí a a hacer otras cosas además del rugby. Antes lo tomaba como algo profesional cuando no era profesional acá y le dedicaba tiempo de más. Hoy en día me di cuenta que a la edad que lo hice estaba bien, pero hoy me lo tomo con un cambio menos. Con la seriedad que merece el formar parte de un plantel como el del Tala, pero tranquilo.
-Obvio, no le cierro las puertas, pero hoy en día no es mi prioridad. Hoy trabajo, estudio. Aprendí a a hacer otras cosas además del rugby. Antes lo tomaba como algo profesional cuando no era profesional acá y le dedicaba tiempo de más. Hoy en día me di cuenta que a la edad que lo hice estaba bien, pero hoy me lo tomo con un cambio menos. Con la seriedad que merece el formar parte de un plantel como el del Tala, pero tranquilo.
-¿Creés que hay chicos que por mirar demasiado arriba no disfrutan?
-A mí me pasó. Por ahí el nerviosismo, entrenarte todos los días te nubla para ver lo que hay adelante. Jugar un año afuera me sirvió muchísimo. Cuando viajé no sabía cuándo me iba a volver. Y al año me di cuenta que no era lo que realmente sentía y quería. Y me volví para seguir el camino acá. Y por ahí un chico de 19 o 20 años lo vive de otra forma, como yo lo viví. Tenía la ambición de crecer y no parar de jugar al rugby. Pero bueno, lo disfruté en los Pumitas y ahora disfruto este camino.
-A mí me pasó. Por ahí el nerviosismo, entrenarte todos los días te nubla para ver lo que hay adelante. Jugar un año afuera me sirvió muchísimo. Cuando viajé no sabía cuándo me iba a volver. Y al año me di cuenta que no era lo que realmente sentía y quería. Y me volví para seguir el camino acá. Y por ahí un chico de 19 o 20 años lo vive de otra forma, como yo lo viví. Tenía la ambición de crecer y no parar de jugar al rugby. Pero bueno, lo disfruté en los Pumitas y ahora disfruto este camino.
-Alguno dirá «este no quiere ganar plata jugando al rugby»
-Sí, no es una cuestión de plata. En Italia me habían ofrecido renovar el contrato, pero no quería. Vivía bien, cobraba, vivía solo en un departamento, tenía auto. Lo que soñé hasta los 23 años lo estaba cumpliendo. Hoy, desde la perspectiva que lo veo, valoro mucho más terminar de entrenar un jueves e ir a comer un lomito con los chicos del club que lo que viví allá, que era compartir el sábado un tercer tiempo en el club.
-Sí, no es una cuestión de plata. En Italia me habían ofrecido renovar el contrato, pero no quería. Vivía bien, cobraba, vivía solo en un departamento, tenía auto. Lo que soñé hasta los 23 años lo estaba cumpliendo. Hoy, desde la perspectiva que lo veo, valoro mucho más terminar de entrenar un jueves e ir a comer un lomito con los chicos del club que lo que viví allá, que era compartir el sábado un tercer tiempo en el club.
-¿Seguís en contacto con esa camada de Pumiats del cuarto puesto en 2012?
-Sí, con Matera cada tanto me escribo, con Joaquín Paz o Juan Brex. Me hablo un poco. Lo de volverme, fue una decisión y ahora estoy dfisfrutando esto. Repito, si llega un llamado de un seleccionado lo voy a aceptar y disfrutar y tomar con la seriedad que se merece, pero no es lo que busco ahora.
-Sí, con Matera cada tanto me escribo, con Joaquín Paz o Juan Brex. Me hablo un poco. Lo de volverme, fue una decisión y ahora estoy dfisfrutando esto. Repito, si llega un llamado de un seleccionado lo voy a aceptar y disfrutar y tomar con la seriedad que se merece, pero no es lo que busco ahora.