McKenzie, un crack diferente. (Foto: Internet)

Apenas tiene 20 años y tan sólo un puñado de partidos en el Super Rugby (debutó este año), pero todo el mundo habla de él. Damian McKenzie, el crack de los Chiefs que la rompió toda en Vélez contra los Jaguares, está llamado a ser el futuro de los All Blacks.

Enorme handling, altísima velocidad, visión, tackle, coraje y buen kick a los palos, son algunas de las grandes características del «rubio de la sonrisa» como lo bautizaron algunos medios neocelandeses.

Quién es

Nació en Invercargill y es hijo de granjeros. Actualmente vive con su hermano Marty. Se educó en Christ’s College, en Christchurch. Su carrera fue en paulatino ascenso desde que, en 2012, jugó para los New Zealand Schools Barbarians, luego en 2013 la rompió en los New Zealand Secondary Schools.

En 2014 fue la figura del Mundial Juvenil M20, jugó para Waikato la ITM Cup y se sumó al equipo desarrollo de los Chiefs. Mide ,77 metro y pesa 78 kilos.

Sonríe

La gran particularidad de McKenzie, además de su enorme potencial, es su sonrisa a la hora de patear a los palos. «Es algo que me relaja», contó alguna vez.
El New Zealand Herald se pregunta si no estamos frente a un inminente All Black y si debe ser convocado ya mismo por Steve Hansen (jugó en los All Backs Maoríes). Además, pregunta: ¿cuántos chicos que miran al crack de los Chiefs empezarán a partir de ahora a sonreir antes de patear a los palos?

Algunas de sus jugadas y el gran tackle al gigante Nadolo

 

https://www.youtube.com/watch?time_continue=16&v=-Y23SkYKU7c

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