Antes de ser Director de Alto Rendimiento, Martín Mackey fue mucho tiempo PF de Los Pumas.

Vivimos una época de rugby ultracompetitivo. Se ha avanzado de tal manera en todos los rubros (juego, preparación, estrategia, coaching, entrenamiento mental, etc) que pareciera que habláramos de otro deporte.

Juan Covassi, el primero desde la izquierda, trabaja desde hace unos años en la estructura de la UAR.
Juan Covassi, el primero desde la izquierda, trabaja desde hace unos años en la estructura de la UAR.

El profesionalismo llegó a mediados de la década del ’90, pero en Argentina comenzó a vivirse hace no más de diez años, al menos de manera más o menos transparente en sus principales estructuras: preparación física, técnica, desarrollo de centros de alto rendimiento, etc.
Juan Covassi, cordobés, exjugador de Palermo Bajo, es uno de los Preparadores Físicos de la Unión Argentina de Rugby. Recurrimos a él para que, con algunos números, nos ilustrara sobre la preparación de un jugador de rugby de elite.
«Para contextualizar un poco, el rugby es un deporte de resistencia debido a su duración (80’ de juego), pero los esfuerzos o acciones que este demanda son cortos, y con pausas cortas o incompletas, lo cual hace que los jugadores de rugby corran menos que un futbolista, por ejemplo, pero están más habituados a trabajar a altas intensidades», dice Covassi.

Por poner un caso de un jugador de fútbol: Ribair Rodríguez, exvolante central de Belgrano, llegó a correr cerca de 15 kilómetros en un partido.
Según datos obtenidos con GPS la distancia promedio recorrida por un jugador de rugby argentino Senior es de 5.311 metros, apunta el PF. «Pero depende del puesto: los primeras líneas corren 4.742 metros y un medio scrum 6.287 metros en promedio», agrega.
Covassi hace algunas aclaraciones importantes. A diferencia de un deporte como el fútbol, en el rugby no sólo hay que correr: se empuja, se salta y se tacklea.

«Hay que tener en cuenta variantes como el peso corporal. No es lo mismo el gasto energético que realiza un pilar de 115 kg y que corre casi 5 km, teniendo que empujar en el scrum, levantar compañeros, luchar, forcejear, tacklear, etc. y un medio scrum que pesa 85 kg y corre poco más de 6 km», detalla.
-¿Puede mejorarse la capacidad atlética?
-Sí, es algo que se entrena y se mejora gracias a un trabajo interdisciplinar (calidad de movimiento, nutrición, destrezas).
-¿Cómo?
-Entrenando posturas corporales, técnica de carrera, uno va a lograr mayor “economía” en sus movimientos, lo que se traduce en mayor resistencia.
-Los entrenamientos deben ser cada vez más específicos.
-Sí. Acostumbrarse a la intensidad del juego se logra recreando esa misma intensidad en entrenamientos donde el tiempo de trabajo y las pausas están pensadas según lo que ocurre en un partido, mezclando acciones largas y cortas, con pausas completas e incompletas.

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